"Cualquier cosa que merezca ser escrita, merece ser bien escrita con el fin de disfrutar más y comunicar mejor”
La escritura considerada como medio de comunicación existe desde que el ser humano dispone de herramientas y utensilios con los que puede trazar, pintar y grabar. En la prehistoria hace aproximadamente unos cuarenta mil años, en las cavernas se pintaba con trazos, escenas de caza y de guerra, signos de fecundidad, de vida y muerte, sugiriendo así el primer sistema de comunicación conocido como la ideografía.
Seis mil años antes de J.C., en plena revolución neolítica cuando ese ser humano deja de vagar sin rumbo fijo y se establece, aprende a cultivar la tierra e inventa la rueda, construye su casa y se asienta en comunidad; aparecen entonces los primeros vestigios de una escritura en forma de ideograma o signos primarios para señalar caminos y advertir peligro.
Con la escritura pictográfica creada hace más de cinco mil años por la cultura semítica, con una lengua y rasgos comunes proveniente de Arabia, Siria y Fenicia se construye una larga evolución en el desarrollo de la escritura y la caligrafía.
La forma más antigua de escritura fue creada en China, con más de tres mil años de antigüedad; estas inscripciones fueron halladas en huesos de animales o en conchas de tortuga correspondientes al período Sang (1766-1122 a.C) o en vasos de bronce del período Zhou (1134-250 a.C.), elaboradas en una forma muy evolucionada y estilizada. Esta caligrafía se caracteriza por su originalidad, riqueza gráfica, fluidez y gran elegancia.
La historia de la caligrafía en occidente ha transitado un largo camino manifestado en todas las civilizaciones poseedoras de un sistema de escritura. Desde el primer alfabeto cuneiforme sumerio, la escritura jeroglífica egipcia, el gran salto dado por los fenicios con el alfabeto lineal y el uso de consonantes, los griegos con la incorporación de las vocales hasta los estilizados caracteres romanos que se desarrollarán posteriormente de forma elegante y exquisitamente elaborados en la Edad Media.
El vocablo caligrafía se deriva de la unión de dos términos griegos Kallos = bello y graphein = escribir, lo que significa por lo tanto, el arte de escribir caracteres bellos y armoniosos dibujados con los signos más expresivos, elegantes y armónicos para transmitir un mensaje visualmente bello. La única arte bella de la palabra (Rufino Blanco y Sánchez. Biblioteca virtual Miguel de Cervantes. http://www.cervantesvirtual.com); también podemos definir la caligrafía como el conjunto de rasgos que definen la escritura de una persona.
La caligrafía evoca atmósferas de tiempos pasados pero también momentos de viva actualidad caracterizados por la búsqueda del equilibro, la elegancia y la limpieza de las formas. Las palabras dejan de ser signos oscuros sobre un soporte claro y se vuelven eficaces vehículos de nuestras sensaciones y formas de expresión artística.
*Amarilys Quintero Ruiz.
Artista intermedia – Comunicadora – Docente.
Coordinadora general del espacio educativo ARS SONORUS
dedicado a la educación, investigación y divulgación
en las Artes y la Comunicación visual. Bogotá - Colombia